Una histórica empresa de medicina prepaga de Mar del Plata atraviesa desde hace años una situación económico financiera compleja y en los últimos días comenzó a circular una versión de que será absorbida por otra empresa.
Se trata de SAMI, la obra social del Centro Médico, que llegó a tener en Mar del Plata 25 mil afiliados en tiempos de esplendor. Hoy, lejos de aquel éxito, los rumores que la rodean hablan de un posible cambio de administradores. Y a partir de estas versiones surge una pregunta: ¿qué pasará con los afiliados?
Las versiones circulan desde hace tiempo y ya se habla de la absorción de SAMI por parte de la empresa Federada Salud, aunque por el momento no se oficializó la operación.
No obstante, el último martes las autoridades de Centro Médico realizaron una asamblea extraordinaria. Entre los puntos de análisis, los dos primeros eran la «crisis del sistema de salud: situación de SAMI. Se evolución y pronóstico» y «Compromiso institucional de Centro Médico: propuesta de solución para todas las partes involucradas. Alternativas para el sostenimiento y viabilidad del sistema asistencial».
Actualmente se estima que SAMI tiene unos 10 mil afiliados en Mar del Plata, de los cuales un porcentaje importante son médicos, muchos de ellos jubilados.
SAMI, que funciona desde 1958, es una prestadora de Centro Médico, una organización que funciona como intermediara entre los médicos y las obras sociales y prepagas. Sin embargo, los afiliados advierten que los problemas vienen desde hace tiempo. «Tiene muchos afiliados que desde el día que se jubilan no aportan nada más», indicaron.
Además, el hecho de ser una prepaga eminentemente de Mar del Plata también limitó sus posibilidad de crecimiento para lograr un equilibrio financiero. «Esta situación va a empeorar y la gran mayoría de los afiliados desconoce esto», advirtió un socio de SAMI.
En ese marco, la posibilidad de que la prepaga marplatense sea absorbida por Federada Salud, una empresa con base en la provincia de Santa Fe, genera incertidumbre para los afiliados que desconocen el impacto que tendría esta decisión en la prestación que reciben y se podrán sostener los prestadores que tienen actualmente. «Sería muy doloroso no poder atendernos con los médicos o clínicas de toda la vida», finalizaron.