La curva de precios continúa incrementando de forma directamente proporcional a la cantidad de personas que no cuentan con el poder adquisitivo para comprar o renovar sus electrodomésticos o prendas de vestir diarias, productos que son de primera necesidad.
Ante esta dificultad, y con el agregado de tener que contar de manera prioritaria con estos artilugios debido a su inevitable uso cotidiano, la gente opta cada vez en mayor medida a un viejo -pero contemporáneo- recurso: mandar a arreglar.
Canal 8 relevó determinados locales destinados al arreglo de ropa y al servicio técnico de electrodomésticos, y ambos citaron que el resultado de la ecuación fue el mismo. “El trabajo aumentó significativamente“, indicaron desde ambos sectores.
En cuanto a las prendas, destacaron que el clima fresco es un condicional importante, por lo que “subió el arreglo de camperas“. Sin embargo, trabajadoras de la costurería señalaron que “todavía no llegó el frío más fuerte“.
“Ahora que está todo mucho más caro, la ropa se arregla y no se compra. Hoy conviene arreglar y reciclar ropa antigua. La moda es lo mismo siempre, el tapado de la abuela queda moderno“, describieron a este medio. ¿Su precio? “De $10 mil para arriba“.
El mismo fenómeno trasciende en la reparación de electrodomésticos, con un “mayor golpe en los gastos de la mano de obra, la cual se estipula por inflación, y aumenta a partir de la misma“, describieron a Canal 8. Aún así, “hay precios de importadores que están estáticos, entonces hace 3 meses que no aumentamos“, aseguraron, pensando en el bolsillo del consumidor.
En esa línea, recalcaron que el trabajo aumentó de gran manera, y concluyeron: “pensamos que después de la temporada iba a caer, pero fue todo lo contrario“.