Por estos días, la estiba oscila entre la abundancia y la escasez. Por un lado, el esplendor con pleno empleo en la carga y descarga de contenedores de importación y exportación. Por el otro, la preocupación -profunda y latente- de que 300 trabajadores del fresco estén sin labores ni ingresos durante cuatro meses por la zafra del langostino.
Luego de contar las buenas nuevas frente a las rutas comerciales que se abrieron con Brasil, Carlos Mezzamico, secretario general del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA), profundizó sobre un tema que juró que lo desvela: “Hoy tenemos cientos de compañeros que no saben si van a cobrar porque partieron 55 barcos fresqueros al sur, a trabajar el langostino y eso implica que hagan toda la operatoria en la Patagonia”.
El tema -clarificó Mezzamico- es que ver de qué manera “se le pone plata en los bolsillos a esos trabajadores”. Y para el dirigente de SUPA, no es un tema sólo del gremio, sino de todo el sector.
En esa línea, en diálogo con Mi8, aseguró que afrontan un “problema grave” y que en los próximos días el sindicato se reunirá con los empresarios. “La idea es ver qué hacemos para que casi la mitad de la estiba no se quede sin ingresos por tantos meses, porque además, la zafra del calamar no fue buena, se cortó muy rápido. tenemos que sentarnos para ver cómo hacemos”, deslizó y dijo que son varias las posibilidades para “ponerle plata a los trabajadores en el bolsillo”.
Sobre cuáles son esas opciones, Mezzamizo apuntó: “Se puede pensar en un fondo para que la gente pueda resistir, porque los barcos después vuelven y necesitan de ese personal. A esta gente hay que contenerla y también es tema de los empresarios. Tenemos que pensarlo entre el Estado, el empresario y los trabajadores”, completó.
