Se conocieron los pormenores del caso del hombre que fue secuestrado por sus dos inquilinos en Marconi al 400: lo mantuvieron dos días atado sin comida, lo golpearon, lo cortaron con un cuchillo y quisieron hacerle firmar un contrato para quedarse con su casa.
A medida que avanza la investigación por el secuestro que sufrió un hombre en manos de sus dos inquilinos que pretendían quedarse con su vivienda, salen a la luz los escabrosos detalles del calvario. En su declaración, la víctima contó que todo comenzó cuando decidió alquilar la vivienda que tiene en el fondo de su casa, ubicada en Marconi al 400, para juntar unos pesos porque se había quedado sin trabajo y había empezado a cartonear.
Primero se la alquiló a un hombre y durante un tiempo la convivencia se desarrolló con tranquilidad. Pero todo cambió para mal cuando el inquilino invitó a vivir con él a otros dos hombres que también cartoneaban para ganarse la vida. A partir de ese día comenzaron los conflictos por ruidos molestos y las peleas.
Cansado de discutir, el primer inquilino decidió irse del lugar, y en la casa del fondo quedaron Hugo Ruiz (50) y Rodrigo San José (32). La situación se agravó porque lo dos hombres hacían ruido a todo hora e invitaban gente todo el tiempo.
Según consta en la denuncia, el martes pasado, el dueño de casa fue a reclamarle a los inquilinos que faltaban unos caños de bronce de una conexión de gas. Sin mediar palabra, Ruiz y San José, lo golpearon y lo metieron dentro de la casa del fondo.
Durante 48 horas, la víctima atravesó un calvario: los captores lo golpearon con un caño en la boca y perdió dos piezas dentarias. Además le provocaron varias heridas con un arma blanca y en ningún momento le dieron de comer. La intención de los delincuentes era hacerle firmar un contrato para quedarse con la dos viviendas.
El jueves a la noche, la víctima aprovechó que sus captores se habían dormido, logró desatarse y escapar por una ventana que estaba rota. Cuando tomó la calle comenzó a pedir ayuda y los vecinos salieron a socorrerlo.
La policía logró detener a los dos inquilinos. Hugo Ruiz fue detenido a dos 200 metros de la casa cuando intentaba escapar a pie. Su cómplice, Rodrigo San José, fue apresado a once cuadras. Había subido a un colectivo para alejarse del lugar.
El fiscal Marcelo Yáñez Urrutia los imputó por el delito de privación ilegitima de la libertad agravada, que conlleva una pena de 10 a 20 años de prisión. A raíz de la gravedad del hecho, en las próximas horas se definirá si la causa queda en manos de la justicia de Flagrancia o pasa a la Unidad Fiscal de Instrucción Nº1, a cargo de Florencia Salas.
Por su parte, la víctima fue asistido de urgencia por una ambulancia del SAME. Ante la cuadro de situación fue derivado al Hospital Interzonal donde recibió las primeras curaciones y fue estabilizado. Aún permanece internado recuperándose del infierno que le tocó vivir.
