Emmanuel Márquez tenía 23 años y este viernes fue a trabajar al predio de disposición final de residuos como todos los días. Jamás imaginó que en medio de una discusión recibiría un disparo mortal en la cabeza.
Cerca de las 15 discutió con otro reciclador en medio de la descarga de un camión en el lugar. La pelea desencadenó un enfrentamiento entre decenas de trabajadores y efectivos de la policía que estaban abocados al cuidado del predio.
En medio de ese conflicto, comenzaron los palazos y los piedrazos. Tras ellos, las balas, una de las cuales terminó en la cabeza de Márquez y le produjo una muerte instantánea.
Además de él, dos policías y dos de sus compañeros -uno de ellos, su hermano– debieron ser trasladaos por ambulancias al HPC y al Higa respectivamente al presentar desde lesiones leves hasta heridas de bala producto del desmadre.
Tras la muerte de Emmanuel, el fiscal a cargo de la causa, Alejandro Pelegrinelli, comenzó con sus tareas de investigación en el lugar, recabó testimonios y ordenó la aprehensión de uno de los policías apuntado por ser el presunto autor del disparo que mató al trabajador.
Quién era Emmanuel
Melany era la pareja de Emmanuel y lo definió como «una persona siempre sonriente, que siempre estaba ayudando a quienes lo necesitaban y que estaba para su mamá, su hermana y su mujer en todo». «Su trabajo era levantarse todos los días a las 8 para traer la comida de todos los días a su familia. El predio es un trabajo muy sacrificado, él revolvía basura para comer«, agregó a Mi8.
Márquez, además de criar como propias a las dos hijas de su actual pareja, era padre de una niña de 3 años que había tenido con otra mujer: «Él cumplía todos los días en ir a trabajar para ayudar a su hija y ayudarme a mí. Mis dos nenas eran como sus hijas también», confirmó Melany.
«Me lo arrebataron injustamente sin tener culpa de nada: salió a trabajar y desgraciadamente pasó esto. Le quitaron la vida bajo el gatillo fácil como a tantos chicos que mata la policía», denunció la esposa del reciclador.
Hoy, y a la par que el fiscal Pelegrinelli le tomará declaración al único efectivo de la policía aprehendido por el hecho, Melany confirmó a Mi8 que junto a su familia retirarán el cuerpo de su difunto esposo del Higa para poder darle la despedida que se merece.
Cerca de 24 horas después del caos que terminó con la vida de un joven trabajador de 23 años, el grito de su familia se resume en una sola oración: «Pedimos justicia porque me lo mataron injustamente, sin ninguna razón«.
«Discutió con un chico del trabajo y la policía lo mató a sangre fría«, aseveró su esposa. «No vieron que él tenía familia, que tenía una hija, una madre. Ahora dejaron a una familia completamente destrozada. Le pido a la justicia que me ayude, quiero que él pueda descansar en paz porque es otra víctima más del gatillo fácil«, finalizó.