La Junta Médica del Vaticano se reunirá este jueves para definir la beatificación del excardenal Eduardo Francisco Pironio, fallecido en Roma en 1988, a quien se le atribuye la curación de un bebé marplatense que había tragado y respirado polvo de cobre.
En 2006, Juan Manuel Franco tenía 15 meses y estuvo al borde de la muerte tras haber ingerido e inhalado purpurina. “No es una intoxicación muy común, pero según los registros, no hay datos de que se haya sobrevivido ante estos casos por la toxicidad de la sustancia”, contó su mamá, Laura Carozza, y atribuyó el milagro de su sanación a Pironio.
El bebé recibió un diagnóstico prácticamente irreversible y al día siguiente se hizo en Mar del Plata la marcha de la esperanza, que el cardenal Pironio había promovido cuando era obispo de la ciudad,entre 1972 y 1975. La marcha, encabezada por una imagen de Nuestra Señora de Luján, hizo una parada frente al hospital Materno Infantil donde estaba internado el pequeño.
“Hubo mucha gente rezando por Juan Manuel en la marcha. El Padre Silvano me entregó una estampa del Cardenal Pironio y nos pidió que le rezáramos y que le diéramos la posibilidad de hacer un milagro para que pudiera ser beatificado. Los días siguiente leímos su oración y ahí estaba su historia que fue lo que nos impactó y lo que hizo que rezáramos con mucha fe y le pedimos la intercesión de Juan Manuel”, recordó su madre.
“Siempre el pronóstico era muy grave, había que hacerle un análisis de sangre y cuando se llevan las muestras se encuentran con que en la sangre no tenía nada Juan Manuel, que no necesitaba ninguna medicación. Después empezó a responder y sin ninguna secuela de todo lo que nos habían dicho. Fue saliendo y a los poquitos días ya estábamos en casa como si nada hubiera pasado”, relató.
La Junta Médica del Vaticano analizará el caso de Pironio, a quien se le atribuye la curación del niño que estaba internado en Mar del Plata. La declaración de “beato” es un paso que antecede al de santo, y para obtener dicho título es necesario el reconocimiento oficial de un milagro.
El proceso para su beatificación fue impulsado por la Iglesia católica argentina e iniciado en el Vaticano en 2017. En febrero de 2022, el Papa Francisco autorizó la publicación de un decreto que reconoció sus “virtudes heroicas” y que lo declaró persona “venerable” de la Iglesia Católica, algo que lo dejó a pasos de poder ser beatificado, según la reglamentación vaticana.
Pironio, nació el 3 de diciembre de 1920 en la localidad bonaerense de 9 de Julio. En 1943, se convirtió en sacerdote, y en 1964 fue consagrado obispo. Tras ocupar un vicariato en la diócesis de Mercedes, fue obispo auxiliar de La Plata y luego se hizo cargo de la de Mar del Plata.
Juan XXIII lo designó como una de las autoridades del Concilio Vaticano II y años después, a mediados de la década de 1970, llegó al Vaticano tras ser perseguido por la Triple A. La decisión fue tomada luego de que la organización también persiguiera y asesinara a María del Carmen Maggi, una de sus más íntimas colaboradoras cuando él era obispo de Mar del Plata.
En 1976 Paulo VI lo elevó a cardenal y fue el primer argentino en sonar como posible Papa. De hecho, fue uno de los más votados en el cónclave de 1978 que ungió a Juan Pablo I y luego en el que se eligió a Juan Pablo II.
A partir de allí se le otorgaron varias responsabilidades. Tuvo a su cargo la Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares y luego fue presidente del Consejo Pontificio para los Laicos. Murió en Roma el 5 de febrero de 1998 y sus restos están sepultados en la Basílica de Luján.