En medio de una economía que no repunta y tras el acuerdo sellado con los municipales, el gobierno de Guillermo Montenegro analiza nuevas estrategias para lograr que las finanzas del municipio no se descalabren.
El intendente repite en cada oportunidad que está llevando adelante una gestión austera y que eso es lo que le permite tener las cuentas ordenadas. En ese marco, desde el municipio confirmaron que se trabajó intensamente para hacer «más eficiente» el gasto y se llevó adelante una fuerte reducción de horas extra que le permitió a la comuna ahorrar 1182 millones de pesos durante el primer semestre del año.
Sin embargo, eso no facilitó el acuerdo con los municipales que luego de meses de tensión llegaron a un acuerdo el viernes. Finalmente, el se cerró un 29%, en tres cuotas: 10% en agosto, 10% en septiembre y 9% en octubre.
Más allá de que los porcentajes están por encima de la previsión para esos meses, en el Ejecutivo celebraron el acuerdo porque desde lo financiero no deben realizar ningún pago retroactivo. «Es todo de acá en adelante y creemos que la recaudación ya tocó fondo«, señalaron.
Los primeros meses del año fueron los más difíciles. Para pagar los salarios de diciembre y enero, el gobierno municipal recurrió al descubierto bancario (herramienta que no volvió a utilizar desde entonces). Y luego el desafío llegó en junio con el pago de los aguinaldos. Para resolver esa situación fue clave la moratoria que lanzó la comuna, la cual permitió equilibrar las finanzas del primer semestre.
Las próximas etapas del plan
Sin embargo, el ahorro de horas extras ya se cumplió y según los funcionarios de la Secretaría de Legal, Técnica y Hacienda, el margen de ahorro a la hora de hacer más eficiente el gasto ya no es mucho. «Siempre se puede hacer más, pero ya hemos corregido las cuestiones más grandes«, señalaron.
En ese marco, desde el área económica de la comuna ya trabajan en las nuevas etapas del plan que, esperan, permita sortear la crisis económica sin que se resientan los servicios, ni el pago de sueldos y proveedores.
Uno de los objetivos que se trazaron las autoridades es «identificar al que puede pagar» y cobrarle sus deudas. Para eso, trabajarán fuertemente en mejorar la base de datos que tiene el municipio.
De hecho, la moratoria no sólo sirvió para equilibrar las finanzas durante una época de fuerte caída de la recaudación, sino también para detectar contribuyentes que no estaban cumpliendo con sus obligaciones.
«El objetivo es tener mejor información, que nos permita unificar contribuyentes. Por ejemplo, si un vecino tiene deudas por TSU, TISH y alguna otra tasa, lo vamos a buscar una vez y no por cada una de las tasas», explicaron.
Por otro lado, ya trabajan en la boleta digital para el año próximo. De hecho, con las actuales boletas de TSU los contribuyentes reciben una hoja en la cual avisa que a partir del año próximo sólo recibirán las boletas por correo electrónico.
Según confirmaron desde el Ejecutivo, la primera etapa será para 100 mil cuentas de contribuyentes que tienen propiedades en Mar del Plata, pero viven en otras ciudades. El ahorro para el municipio alcanza los 80 millones de pesos por tirada. Pero además, remarcan la falta de eficacia en el envío de esas boletas y creen que digitalizarlas también mejorará la cobrabilidad.