Cinco hombres que llegaron a juicio acusados por haber participado en el homicidio de Matías Bragagnolo, el adolescente que murió en abril de 2006 a causa de un golpe en la cabeza tras ser atacado por una patota en el barrio porteño de Palermo, fueron hoy absueltos, informaron fuentes judiciales.
La decisión fue adoptada por el Tribunal Oral de Menores (TOM) 2 tras una audiencia realizada en el SUM del subsuelo de los Tribunales de Comodoro Py 2002, en el barrio de Retiro, y benefició a las últimas cinco personas juzgadas por el caso que, si bien actualmente son mayores de edad, tenían menos de 18 años al momento del hecho ocurrido hace más de 16 años.
El abogado Jorge Álvarez Berlanda, representante de Marcelo Bragagnolo, padre de la víctima, pidió en su alegato un año y seis meses de prisión para dos de los acusados, y un año para los tres restantes, todos por el delito de «homicidio preterintencional».
Ese delito tiene lugar cuando el agresor actúa con la intención de provocar lesiones a otra persona, con un medio idóneo para ello, pero finalmente le provoca la muerte.
En tanto, la querella solicitó al TOM 2 cinco años de cárcel para uno de los hombres y para el resto cuatro años, mientras que las defensas requirieron que sean absueltos.
«La instrucción fue pésima, los abogados nunca aceptaron hacer la reconstrucción con la excusa de que había que cortar el tránsito sobre Figueroa Alcorta, ha sido todo un disparate pero es el último paso que me queda», afirmó el padre de la víctima.
Por el caso hubo otro juicio en el que el 29 de agosto de 2014 el TOM 3 condenó a otro joven a dos años y medio de prisión por el homicidio y a un policía llamado Luis Oscar Villegas a dos años por «vejaciones e incumplimiento de deberes de funcionario público», aunque ninguno fue preso.
Bragagnolo murió la madrugada del 9 de abril de 2006 en la puerta de un edificio ubicado en Ortiz de Ocampo al 2800, donde compartía una fiesta con amigos.
La víctima, junto a otros dos chicos, había salido del edificio para ir a comprar bebidas, pero se encontró con una patota integrada por los imputados, que comenzó a agredirlos.
Entonces, se generó una pelea entre Bragagnolo y los integrantes del grupo que había iniciado la agresión, por lo que la víctima y sus amigos, en inferioridad numérica, se retiraron hacia el edificio.
Villegas, que cumplía una guardia en las inmediaciones, se dirigió al lugar y luego de indicarle a Bragagnolo que se acostara en el piso, le aplicó golpes.
El joven cuya condena quedó confirmada con el rechazo del recurso de casación fue quien, según quedó acreditado en el juicio, asestó a Bragagnolo la primera trompada desde atrás, en la cabeza, y que, de acuerdo a la autopsia, derivó en un edema.
Villegas, exmiembro de la Policía Federal, fue acusado por propinar a Bragagnolo puntapiés en el cuerpo, tomarlo del cuello dentro del hall del edificio donde ocurrió la agresión y, luego, dejarlo allí desvanecido sobre el piso.
Según expertos, la muerte se produjo por «una congestión y edema meningo-encefálico con una abnegación bi temporal», lo que «equivale a decir que su deceso se debió a un golpe», pero no alguno de los que le pudo infligir Villegas, sino los que recibió «por sorpresa» y de parte de «un grupo» de personas.